El mejor restaurante de la ciudad
Hasta que tosí.
Me dio un ataque de tos sucia y picante, el tipo de tos que nadie quiere tener en un sitio selecto. Inmediatamente se me acercó el maître y me ordenó abandonar el restaurante de muy malas maneras. No daba crédito a lo que pasaba y busqué el apoyo del resto de comensales, pero toda la sala prorrumpió en aplausos de agradecimiento al camarero, e incluso varios se levantaron para ayudarle. Me cogieron entre cuatro y me lanzaron por la puerta hacia la calle.
Un comensal suplente se sentó con mi esposa y continuaron la velada como si no hubiera ocurrido nada.
Yo he estado en ese restaurante pero no me dio la tos. Lo mejor son los postres. Jódete.
ResponderEliminarVerdaderamente es usted "El Verdugo", nos ha matado con su respuesta.
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