El mejor restaurante de la ciudad


Era uno de los mejores restaurantes de toda la ciudad. Servían comida de vanguardia, deconstrucciones y esas cosas de ahora por las que pagas medio sueldo. Pese a todo, nos estaba gustando y no queríamos pensar en que tendríamos que comer lentejas el resto del mes para compensar el gasto. 

Hasta que tosí.

Me dio un ataque de tos sucia y picante, el tipo de tos que nadie quiere tener en un sitio selecto. Inmediatamente se me acercó el maître y me ordenó abandonar el restaurante de muy malas maneras. No daba crédito a lo que pasaba y busqué el apoyo del resto de comensales, pero toda la sala prorrumpió en aplausos de agradecimiento al camarero, e incluso varios se levantaron para ayudarle. Me cogieron entre cuatro y me lanzaron por la puerta hacia la calle.

Un comensal suplente se sentó con mi esposa y continuaron la velada como si no hubiera ocurrido nada.

Comentarios

  1. Yo he estado en ese restaurante pero no me dio la tos. Lo mejor son los postres. Jódete.

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    1. Verdaderamente es usted "El Verdugo", nos ha matado con su respuesta.

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