El rechazador


Era el típico amigo que siempre tiene una excusa para no quedar cuando lo llaman. Nunca puede, nunca tiene tiempo para la gente. Algunas de las mejores excusas eran:

"Lo siento, voy mal de dinero este mes"
"No estoy en la ciudad, cuando vuelva tomamos algo" 
"Estoy de baja, me he lesionado jugando a la pelota vasca"
"Perdona, es que acaban de operar a mi tía abuela Gertrudis"
"Qué va, no puedo, me he contagiado de un virus respiratorio pandémico"

Y así podría seguir hasta llenar varios blogs como este. Tal era su maestría en la negación de planes, que decidió programar un bot que respondiera por él mismo cuando le escribiesen sus amistades. Incluyó una lista de sus mejores excusas para mañana, y lo lanzó. 

Por desgracia, no lo testeó a fondo, y cometió un error gravísimo en el código. Cuando revisó su lista de conversaciones, encontró que había respondido lo siguiente a todas las proposiciones de la última semana:

"Lo siento, no puedo, resulta que /not found/. Nos vemos otro día. Un abrazo".

Nadie volvió a llamarle. Y ahora dispone de todo el tiempo que siempre ha soñado para él mismo. Todo el tiempo del mundo.


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