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Mostrando entradas de noviembre, 2022

Fumamodas

Ya ha llegado la última fumamoda a las calles y terrazas. Primero fueron los reformistas, los del tabaco de liar, que cargaban con las bolsitas a todas partes y al final pasaban más tiempo haciendo manualidades que fumándose el cigarrillo doblado. Además, necesitaban una media de 16 cigarrillos a la hora (16 cgs/h) para saciarse. Luego vinieron los "vapeadores", locomotoras del infierno con aroma a canela. El equivalente a viajar de mochilero a un hotel de 5 estrellas. Es imposible escapar de ellos, son los chemtrails de los bares, te fumigan con jodida vainilla o sabores del trópico.  Y ahora, a alguien se le ha ocurrido la genial idea de integrar los "vapeadores" en los dedos de las manos. Se trata de una especie de anillo con forma de tubo que se inserta en el dedo corazón y acaba en una boquilla, por la que el usuario aspira su vapor de frutas del bosque. Literalmente, te estás fumando el dedo. No sabemos que será lo próximo, quizá tabaco con vitaminas, o un zum

Estático

Hay momentos en los que ser demasiado bueno en tu trabajo se convierte en un problema. Un problema grave. Eso es lo que le ocurre a Abelardo, mimo callejero.  Abelardo soñaba desde que era un niño con llegar a ser el mejor mimo de la Calle (así, en mayúsculas). Para ello, acudía todos los viernes a la plaza del pueblo y practicaba sus números artísticos, en los que adoptaba posturas inverosímiles y se quedaba todo lo quieto que podía. La mayoría de las veces acababa cayéndose y todo el mundo se reía de él, mientras los otros chavales le pateaban en el suelo. Hasta este momento, culmen de la carrera de Abelardo. Lleva veinticinco minutos completamente quieto en la calle principal de la ciudad, fingiendo ser un soldado de alguna película. Lo hace tan bien que nadie repara en él, nadie sabe que existe. Ni una risa de cortesía, ni una mísera moneda en la gorra. Todo en él parece auténtico: el casco militar, la pintura verde de la cara, la ropa de camuflaje, el AK-47. Especialmente el AK-4

El nuevo Sistema de Justicia

El sistema judicial de un estado colapsa ante una avalancha de denuncias por actos violentos, sumiendo al país en el desconcierto y el caos. No hay funcionarios suficientes para hacer frente a la demanda, por lo que deciden implantar un nuevo y revolucionario sistema de justicia. Consiste en lo siguiente: -Un Tribunal Popular determinará, por cada denuncia (sin importar su gravedad), si el demandante tiene derecho a ejecutar al demandado. Este último no podrá presentar ninguna alegación. El lugar aconsejado para los ajusticiamientos será la plaza principal de cada pueblo o ciudad. El método de ejecución quedará al gusto del verdugo-demandante. Para asegurar que el demandado acepta su destino, se reclutará a una masa de enfurecidos trabajadores en paro y se les dotará de antorchas y horcas. -En el caso de que el Tribunal Popular no logre dictaminar sentencia, se acordará un duelo a muerte entre el demandante y el demandado, por la modalidad que se acuerde entre las partes. Para evitar

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